viernes, 22 de agosto de 2008

Le petite fille de la mer.

OJO: Para leer esto es totalmente OBLIGATORIO escuchar la canción que puse, si no no tiene ningun sentido!



OJO: Para leer esto es totalmente OBLIGATORIO escuchar la canción que puse, si no no tiene ningun sentido!

Sin darme cuenta, una noche mi hermano bajó un cd que yo creia inexistente, donde hay una canción, que yo pensaba que era producto de mi imaginación y recuerdos difusos e inventados de mi cerebro...pero no, ahí estaba, una canción que marcó de una manera increible mi ayer y sin darme cuenta nunca más oí.
La suavidad y la ternura del piano meneandose logra que las lágrimas florezcan de una vez y con cierto relajo, creo que al escucharla es como si una maquina del tiempo cósmica y lenta me llevara hacia una vitrina de sucesos, de hechos, de alegrías. Siempre coronado con el suave arpegio y los violines acompañando.
Los días han sido diferentes, han pasado cosas malas en la vida, el ritmo de todo fue tan rápido ultimamente, hechos que nadie quisiera ocurrieron, caras que uno no veía hace años las ve hoy tristes por el dolor, pero acá está, esta canción, esta suave melodía, que es más que una canción, es una cura, es un corazón latiendo con la misma fuerza, es riqueza, sonrisa y espíritu, es dejarse llevar entre las estrellas, cerrar los ojos y desaparecer momentáneamente de todo, soñar con un cielo negro que no me inquieta, un cielo que en su oscuridad me relaja, no dan ganas de moverse, es más aún, lo mas rico sería quedarse ahí y dejarse llevar, se repite como un bucle la melodía, el sentimiento, la onda, puedes abrir tus ojos o cerrarlos, acá en el negro no hay diferencia...
Escuchar esta canción es escucharme a mí, es escuchar mis ojos, si, mis ojos, mi realidad, es llorar por haber cambiado tanto, pero reir al ver que la música y el corazón sigue igual, quiero irme al mundo de todo, al mundo donde todo lo mágico y hermoso se conjuga, donde tu llanto que sentí el otro día está convertido en gozo, en un gozo inigualable, en algo que llena tu espíritu, que te llena y no deseas salir nunca de ahí, no lloremos más por penas, lloremos por vivir la suavidad, lloremos por encontrar este estado único, lloremos porque tu alma está en paz, tu estás en paz contigo mismo....
Llora porque no puedes evitar que salgan tus sentimientos... déjate llevar, como yo estoy viviendolo ahora con esta tranquilidad única.

Unamos nuestra humanidad, seamos todos uno, y nunca más nos sentiremos solos....

No es necesario tener naves, maquinas ni trajes, ahora mismo, estás volando por el espacio con total libertad, con total calma, nada te apura, el tiempo es tuyo, siempre fue tuyo.

Y allá, al final del camino te espera una pequeña niña, te llevará al mar, donde bañarás toda la carga que llevaste y empezarás nuevamente, La pequeña niña del mar...